De compras por el infierno

Es algo que he llegado a ocultar. Me compro los juegos. Nuevos, cuando salen, originales. A parte de llevar toda una vida siendo jugador, llevo toda una vida (una parte de ella inconscientemente) coleccionando videojuegos y consolas. Ese picorcillo en la boca del estómago cuando estás comprando un juego nuevo que acaba de salir es indescriptible y adictivo.

Entre el pijismo de tener los juegos originales (cuando puedo, ediciones coleccionista) y la poca pasta de la que dispongo, me veo limitado a comprar los juegos que he probado con anterioridad y se que me gustan o aquellos que han cosechado un aceptable éxito entre la crítica.

Además siempre he opinado que somos los que compramos los juegos los que levantamos esta industria y la hemos colocado en el lugar en el que se encuentra. En definitiva, me encanta comprar juegos... PERO...


Últimamente esto de comprar juegos está realmente jodido, al menos en mi ciudad. Lo que antiguamente sería tu tienda de videojuegos de confianza hoy en día ha muerto en favor de las cadenas de videojuegos, cadenas que se lucran básicamente comprandoles a los panolis juegos tirados de precio y vendiéndolos a un precio muy muy parecido (insultantemente parecido) al inicial en sus secciones de compraventa.

Esas cadenas llenas de dependientes incompetentes, gente que NUNCA se ha interesado por un juego más allá del PES, gente para la que la PS2 es mejor que la Xbox porque es la que más se vende.

Todo esto me trae un problema como comprador y otro, más doloroso, como coleccionista:

El primero de los problemas es el limitado número de opciones que me encuentro a la hora de comprar un juego. Si ahí no lo tienen, estás acabado.

El problema como coleccionista son precisamente las ediciones coleccionista. Cierta cadena tiene la mala manía de acapararlas para sí, de modo que si no la reservas en sus establecimientos.. CAPUM!, se acabó, olvídate de tu edición de lujo. Pero coño, yo soy un hombre informado, se cuando salen los juegos con meses, incluso años de antelación. Simple, hago mi reserva en una tienda de la dichosa franquicia y ya tengo mi preciada edición coleccionista. Falso.

A pesar de haber hecho la reserva y dado el estupendo método que tienen para manejar las mismas (en todas las tiendas de esta cadena en las que he tenido el placer de entrar me han apuntado mi pedido en una puta carpeta cotroñosa) las reservas no aparecen, donde debía poner coleccionista pone "normal y te jodes" y donde debería poner "360" pone "PC". Pero claro, es su exclusiva, la misma exclusiva que tengo reservada desde hace MESES, y gracias a su estupenda incompetencia, la de sus superiores y la de aquellos que opinaron que ese sujeto era apto para atender en una tienda de videojuegos yo me quedo sin mi copia.

¿Que a qué viene todo esto? Todo esto viene a que me hice con la edición normal del Soul Calibur IV de 360 casi una semana después de su salida. Me han dicho de todo, desde que no les había llegado (el mísmo dia de su salida), hasta que les había llegado una gran cantidad de ellos una semana antes (esto 2 días después de su salida) y que se habían vendido todos, de modo que el juego estaba agotado hasta el siguiente mes.

Y yo entiendo que a ellos no les importe un pimiento, entiendo que no comprendan lo que para mi significa tener o no ese juego, que me mientan o no en la cara. Lo entiendo porque para esos dependientes ineptos simplemente es un juguete, no una afición, solo un estúpido producto más.

Para mí es mucho más que eso, por triste que suene, para mí los videojuegos son mi vida, ya que llevo toda la misma jugándolos, y ellos están poco a poco consiguiendo que la fecha de salida de un juego no produzca en mí el mismo tipo de cosquilleo que antes, si no uno totalmente distinto.

Pero hay más gente a la que entiendo. Entiendo a aquellos que se rien de mí por comprar juegos originales, aquellos que no han hecho nada por esta industria, aquellos que 2 días antes de la salida de este juego estaban jugándolo en su casita, cómodamente sin pagar ni un duro, sin aportar nada al sector. Y sobre todo entiendo a aquellos que además son coleccionistas, de modo que ese juego ya jugado se lo comprarán cuando lo encuentren a un precio de saldo.

Y yo ahora pregunto, ¿en qué lugar me deja esto? y también entiendo la respuesta.