Hace ya más de veinte años, a mediados de los años ochenta, mi padre compró una cosa rara compuesta por un teclado de goma y un par de cables a la que llamamos ordenador.
Se enchufaba a la tele por medio de la entrada de antena, por lo que habia que sintonizar el aparato para encontrar una pantalla blanca con un copyright del año 82. Luego escríbias Load "" le dabas a play a una cinta casette y aquello empezaba a moverse... mierda las líneas son demasiado gruesas... hay que parar, revobinar, ajustar el volumen de la cinta y volver a empezar... mierda, ahora el sonido tampoco parece el adecuado... vueta a empezar... ah, ya.
Poco a poco se iba pintando en pantalla la portada del juego hasta completar la carga al son de los pitidos. Aparecía el menú de opciones y a jugar. ¡Qué tiempos aquellos!
En aquella época aún no existía la Hobby Consolas y faltaba poco la Micro Manía naciese. ¿Entonces a qué se dedicaban los de Hobby Press? A la revista de videojuegos más técnica que se haya publicado jamás en este país: la MicroHobby.
En ella no sólo había sitio para las previews y los análisis. También había fragmentos de código para hacerse uno mismo pequeñas aplicaciones en casa (sí, la guía de Basic del Spectrum fue donde empecé yo a programar) e incluso había artistas del píxel (hacer un dibujo punto a punto tiene mérito).
Hace poco he descubierto una página donde se puedn encontrar todos los números de la difunta revista (e incluso pedirlos por correo en un DVD con caja y carátula). Para todos aquellos que hemos vivido aquella época (carrozas de este mundillo) os dejo el enlace:
MicroHobby Forever
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