Guns God and Goverment...



Título molón ¿verdad? Es que el artículo desactualizado y fuera de contexto de hoy es tan original que me merecía algo realmente chocante y polémico (de entrada, como que se lo he robado a Marilyn Manson). Mis continuas cruzadas contra la censura y la estupidez general en el mundo gamer siguen para adelante pero hoy me he dado cuenta de una cosa; si un abogado incompetente puede ganarse la vida a base de demagogia barata, argumentos insulsos, la mentira y el conservacionismo verdulero más retrógado ¿por qué no yo?. Su arma es la avaricia (y una piruleta que no termina de sacarse del trasero) y la mía el sadismo, sin contar que yo SÍ juego videojuegos a fin de cuentas.

Dicho esto me parece que la idea es buena, no es que sea un tema poco trillado (mas bien bastante) pero hoy quiero enfocarlo desde otro punto de vista: El principio del principio. Pues la censura en el mundo gamer existe desde sus mismos comienzos y, por desgracia, seguirá ahí cuando la lápida con la que encabezo este artículo sea una auténtica y genuina (espero que antes de que empiece a currar y tener pasta, o sea, este septiembre). Vallamos por partes y empecemos por el juego que empezó este tipo de polémica (que no el primero), ya sabéis a cual me refiero…


Cuando Mortal Kombat salió a la luz en recreativa llamó la atención de propios y extraños por sus gráficos digitalizados, su sistema de combate hyper-realista para la época y sus galones y galones de sangre. Pero para qué negarlo; la sangre y el evisceramiento fueron sus principales reclamos desde el principio y eso convirtió a la franquicia en un auténtico filón que hoy en día sigue dando sus frutos (sobretodo para los dueños de recreativas que ponían la partida a 100pts, los muy cabrones). También fue un filón para la prensa de todo el mundo a la hora de buscar algo sobre lo que hablar y poner a parir. Las APAS pusieron el grito en el cielo (las primeras, como siempre) argumentando que el juego era peligroso para las mentes más inmaduras pues los exponía a escenas de extrema violencia gráfica, argumento que desde entonces llevan esgrimiendo. En ese único caso, sin embargo, no les faltaba razón pues el juego era un arcade al cual cualquiera podía acercarse a jugar.


No tardó en confirmarse adaptaciones para el resto de consolas del mercado de aquella época (Master System II, Megadrive, Super Nintendo, Game Boy, Game Gear). El escándalo y el ansia de pelas entraron en conflicto y provocaron que Mortal Kombat saliera censurado en todas sus adaptaciones a maquinas domésticas. La versión de Super Nintendo fue la más terrible de las mutilaciones pues, no contento Nintendo con eliminar todo rastro de sangre y gore del juego lo sustituyó por una especie de liquido blancuzco que hacía las veces de ¿sudor?. Casi una burla a quien pagase por el juego que le supuso un bien merecido fracaso comercial que llevó a Nintendo a cambiar de actitud con respecto a la violencia en los juegos. Sega sin embargo optó por ocultar la violencia y hacerla “desbloqueable” mediante un código en las tres versiones para sus respectivas máquinas.



Nintendo no tardó en rectificar su postura y los siguiente MK no tuvieron que padecer la misma suerte que el primero de los títulos, con excepción de, misteriosamente, la versión japonesa de MKII. Podéis observar el que hasta ahora es el grado más extremadamente ridículo de censura que me he encontrado en años (atentos especialmente al primer “Fatality”):



Otro salto al pasado: Sega tampoco puede pasar como la buena de la película pues también llevó a cabo sus “chanchullos” a la hora de protegernos de contenidos nocivos y perniciosos que condenasen nuestras almas. Entre ellas podemos encontrarnos estas joyas:

Este análisis pertenece al terrible juego “Last Battle” de Megadrive, este es uno de los primeros juegos que salió par esta máquina:


El título original del mismo era “Hokuto No Ken”, basado en el popular manga/anime. En la original podemos ver el gore y sangre que contenía el original y que Sega considero excesivo y optó por eliminar (junto con toda referencia a la serie original en la que estaba basado). La diferencia es palpable.



Esta “tecnica” de eliminación de sangre fue utilizada por Sega en muchos otros títulos como pueden ser el Castlevania Bloodlines (aquí llamado “New Generations”) Battletoads, Pit fighter aunque, misteriosamente, dejándolo íntegro en otro títulos “pre-mortal kombat” como el juego de rol “The Inmortal” o “Splatterhouse 2”.

El caso más curioso que nos podemos encontrar de la censura “seguista” es el de “Bare Knuckle III”, (a.k.a. “Streets of Rage III”) en el cual aparte de cambiarle los colores a los personajes (???) eliminaron completamente del juego no a un enemigo regular, sino a un “boss” de mitad de nivel por el echo de ser gay. Ni siquiera se molestaron en sustituirlo; haciendo que el juego contara con dos bosses por nivel (a la mitad y al final) a excepción de la primera fase, que quedó capada para siempre (y claro, la opción de seleccionar a dicho personaje tres cuartos de lo mismo), en este video podemos echarle un ojo a Ash el desaparecido:



Pues eso, no voy a terminar el post repitiendo los argumentos anti-censura que tantas veces he esgrimido ya. Que sigan sacando juegos de todo tipo que de elegirlos ya nos ocuparemos los que nos dejamos en ellos las pelas. Y como en este artículo no he mencionado el Carmageddon para nada (perdón) acá queda este impresionante video:



Violence Forevah!! Nos vemos pozcasers.

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