La culpa es de Internet

A través de Gamerah, pasando por 20minutos, me he encontrado con una entrevista al amigo Dave Karraker, que es algo así como director de comunicaciones de SCEA.

Y habla de la mala imagen que ha cosechado Sony en los últimos tiempos y del inicio lento (si lo comparamos con la Wii) de las ventas de la PS3. Lo que viene a decir es que la culpa es de Internet.

I think a lot of this goes back to the proliferation of the Internet, where a very vocal minority can make a lot of noise and potentially alter perceptions of the masses, whether they are accurate or not. A lot of this, naturally, is driven by the media who seem focused on taking swipes at us lately, without taking in the full picture.

O lo que es lo mismo: que unos pocos se quejan influenciando a las masas y por eso Sony tiene mala imagen.

Buceando un poco en el pozcas podréis ver de qué lado estoy: yo soy de esos que dan mala imagen a Sony (aunque no soy parte de ese selecto grupo de blogueros que influencia a las masas), pero es que aunque quisiera me sería imposible defender a esta gente (ojo, a los directivos que son unos bocazas, no tengo problemas con su máquina ni sus juegos).

Pongo un ejemplo fácil: Microsoft presentó la 360 Elite y alguien de Sony dice que ellos no harán jamás tal cosa. Al día siguiente (no una semana ni un mes) nace el rumor de la PS3 de 80GB y hace poco se confirma. ¿Con qué cara me habría quedado yo si en su día los hubiera defendido? ¿Cómo puedo defender a unos tíos que un día te dicen algo y al siguiente te meten una puñalada trapera?

Pero sí debo darle a Karraker la razón en una cosa: la culpa es de Internet. Gracias a Internet tenemos acceso a mucho más medios (desde páginas especializadas a foros llenos de llorones, pasando por blogs escritos por otros llorones) y estamos mejor informados de lo que pasa. Antes resultaba mucho más fácil tener contenta a la gente si tenías a tu favor las tres o cuatro revistas del mercado. Lo curioso es que esto me recuerda a las coñas de David Bravo de acabar con los llorones, pero sin estar en contra de la libertad de expresión (una cosa es libertad y otra libertinaje).

En fin. Hacía tiempo que esta panda de bocazas no habrían la boca y me he quedao a gusto con este post.