Banesto vende la PS3 desde el día de lanzamiento (creo que era un día de estos... ¿soy yo o esta coña ya la hice antes?) a un precio claramente inferior (350 eurines frente a los 600 del precio oficial), pero a cambio de tu alma.
Porque había que domiciliar el sueldo, domiciliar recibos y contratar no sé qué gaitas más para poder optar a tal rebaja. Es el tipo de oferta que yo ignoro, más que nada porque las entidades bancarias, junto con las telefónicas, me parecen las más perversas en este país. Son los que mejor disfrazan sus ofertas: todo parece muy bonito al principio pero al cabo de un tiempo estás nadando en un mar de mierda (por favor, no os hagáis la imagen mental).
Pues resulta que mis más temibles sospechas son ciertas: nadie da un duro por cuatro pesetas. En un análisis que yo no puedo confirmar que sea fiable (no entiendo mucho de conceptos bancarios, más que nada porque tengo buenos asesores cerca), pero de ser cierto la consola sale mucho más cara de lo que parece.
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