Retro: Cosmic Shock Absorber




No has visto la película, ni tampoco hay serie de TV, tampoco has leído el libro, ni siquiera es una conversión de un juego de las máquinas... pero es con toda seguridad el juego más divertido y emocionante que puedes comprarte.

Ese texto era el de la contraportada del Cosmic Shock Absorber. En los tiempos del Spectrum (una de las múltiples plataformas en las que vio la luz el juego) la forma que tenían los distribuidores de vendernos los juegos eran con portadas que poco tenían que ver con los gráficos del juego (algunas dibujadas por Royo o por Azpiri, aunque no es el caso de hoy), con textos como el que acabáis de leer y comprando las reviews de revistas de Hobby Press. Es decir, tal y como hacen ahora.

Así que te veías en la tienda, en una mano tenías el Cosmic Shock Absorber y en la otra el Fernando Martín Basket Master. Ante la disyuntiva decidías que el Fernando Martín no molaba porque no salía Epi y, según la contraportada, el CSA tenía que molar. Además, ¡no puede existir un título más épico que Cosmic Shock Absorber!

Al llegar a casa te dabas cuenta de que el imaginativo escritor de contraportadas de Erbe Software te la había metido doblada: el juego es un truñazo. Porque, amigos, el hype existía mucho antes de que Peter Molyneux hablase por primera vez del Fable... y retro no es sinónimo de bueno.

Pensaréis que el juego, de Martech, envejeció mal... o que me la juego con la nostalgia de la gente. No. Nadie puede tener nostalgia de este juego... al menos nadie que lo haya llegado a jugar. Recuerdo como echamos un par de partidas en mi casa y, tras vomitar unas cuantas veces, no lo volvimos a tocar jamás, incluso estaba casi prohibido siquiera nombrarlo.

Era tan malo que llevo ya más de trescientas palabras y no he dicho ni siquiera de qué va el dichoso juego. Pero para introduciros en el fantástico mundo de CSA dejaré que el escritor de Erbe lo haga por mí, ya que una vez más se supera y en su texto interior se curra lo que sin duda es lo mejor de la cinta:
Eres el Absorbedor de Choques Cósmicos, Salvador del Universo (esperemos...).
El tiempo y el espacio se están derrumbando (¿de nuevo?).
Metido en la carlinga de tu nave CZ Neutrozapper (sólo te quedan por pagar cuatro letras) debes pasar por las distintas dimensiones del caos para llegar a la mismísima fuente de la vida, el Lago Intelestelar de Fango Protozoico. Si lo consiges el Universo podrá seguir y casi todo el mundo te pagará tus gastos.
Sin embargo, la llamada del presidente no podía haber llegado en peor momento. Tu nave CZ Neutrozapper necesita una puesta a punto urgentemente. Al intentar volar al máximo de las posibilidades de tu nave, varios circuitos se van a estropear. Sin embargo, no tendrás a quién recurrir para ayudarte, por lo que tendrás que hacer tú mismo las reparaciones para seguir tu viaje... lo antes posible.
Pero..., un minutor...: es más grave que eso. ¡¡Con las prisas del despegue te has dejado el manual de instrucciones!!
Toda una catástrofe... ¿¿¿¿Puede sobrevivir la humanidad????

INSTRUCCIONES

Las has perdido, ¡pedazo de idiota! Sólo te quedan unos dibujos.

Juro que no he cambiado nada del texto. Ni una coma, ni ningún signo de interrogación ha sido tocado, ni he añadido ninguna letra (no, ahí tampoco). Y junto a ese texto te daban un dibujo poco explicativo.

Así que sin ninguna otra explicación te encontrabas con una pantalla como la de la derecha y sin saber qué teclas manejan la nave (ah, sí, es un juego de naves) o cómo disparar el cañón de fotones. Cuando volví a jugarlo para poder escribir este artículo, intenté probar un montón de posibilidades (incluído OPQA y espacio) sin aparentes resultados, hasta que dí con que la izquierda era O y la derecha K. Quiero pensar (en vano) que el emulador está fallando y no es el juego el que se cachondea de mí. Mal vamos si el principal objetivo es averiguar cuáles son los controles...

Cuando por fin pude controlar mínimamente el juego descubrí que disparar el cañón sirve... pero sirve más bien poco. Al final lo que acabas haciendo es chocarte contra los aliens (unos círculos en el primer nivel, unos bichos raros en el segundo, al tercer nivel no quise llegar) que te los cargas igual, pero esto lleva a que tu CZ Neutrozapper (el nombre de la nave también es épico) se estropee. En ese momento aparece una tecla que has de pulsar para acceder a un circuito eléctrico que has de reparar.

La pantalla es como la de la izquierda, con sus fuentes de alimentación y sus resistencias y sus cosas por el estilo... Primero te dan un patrón durante unos segundos y luego tienes que arreglar el circuito con la ayuda de memoria. Yo he llegado a saber QUÉ tengo que hacer, pero no el CÓMO. ¿A quién se le ocurrió la brillante idea de poner circuitos para arreglar en un videojuego? ¿No hay ya bastantes estudiantes universitarios frustrados por el mundo adelante? (desde aquí quiero enviar un saludo a Domínguez, profesor de mi facultad)

En conclusión (que esto ya se está haciendo demasiado largo): bajad un emulador de Spectrum y jugad al Fernando Martín Basket Master, al Abu Symbel Profanation (la verdadera era dorada del videojuego español), al Manic Minner o al Auf Wiedersehen Monty. Pero NO os bajéis el Cosmic Shock Absorber.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Ese juego lo compramos mi hermano y yo. Menudo timo. Y aún así llegaste mucho más lejos que nosotros :D ja ja
Saludos.
Pablo

Anónimo dijo...

Cuando los juegos costaban 850 pesetas para mi MSX, después de tres meses ahorrando se me ocurrió comprar en Galerías Preciados de Córdoba este juego.

Cuando llegué a casa con toda la ilusión del mundo pensando en las maravillas que me contaban en la contraportada y en el interior pensé que había comprado una maravilla con horas de diversión y aventura garantizadas. Despues de esperar los 20 minutos de rigor esperando a que se cargara el juego en mi unidad de casete cuando por fin le di a START me quedé mirando el monitor como un tonto, empezé a pulsar teclas una a una para ver si conseguía algo... y nada, después de varias horas así, sin conseguir nada, entrí mi padre a la habitación y me dijo: ¿Qué tal el juego? Yo le cocontesté balbuceando: No... no... lo entiendo. Aun hoy, 30 años después, recuerdo la cara de pena de mi padre. Creo que este ha sido el principio de algún trauma que todavía tendré hoy.

Fray Guillermo dijo...

Aquí otro niño que se dejó la recaudación de la hucha en este bodrio mal parido, gracias al entusiasmo del que redactaba la contraportada, tío cínico que después haría carrera con eslóganes de partidos políticos en elecciones, con toda seguridad.

Para más inri, todavía lo conservo, esperando que la mesa cojee para calzarla con este juego tan "divertido y emocionante".

Espero que los señores de Martech hayan conocido las enfermedades venéreas de la A a la Z por su estricto control de calidad y su imaginativo marketing. La madre que los parió...

Anónimo dijo...

Este juego es un auténtico mojón. Mi hermano y yo también caímos...